El Papa Francisco dedicó el año 2021 a San José, Patrón de la Iglesia Universal, para que el pueblo de Dios descubramos “el hombre que pasa desapercibido, una presencia cotidiana, discreta y escondida”, como fuente de guía y apoyo espiritual en nuestro diario vivir. Hoy comenzamos también nuestra novena de nueve días de misas y oraciones por el don de la vida.
Me gustaría utilizar a San José como nuestro tema para nuestra reflexión sobre el don de la vida. El Papa Francisco dijo: “Veo a San José como un padre ‘amado’, ‘tierno y amoroso’, ‘obediente’, ‘receptivo’, ‘creativamente valiente’ y ‘trabajador’, así como un padre ‘en las sombras’. San José enfrentó muchos desafíos, dificultades y temores, como hoy, los padres y las familias enfrentan muchas dificultades y temores. (Esta mañana escuché de una familia que conozco desde hace muchos años que acaba de perder a su hijo menor a causa del COVID-19). Pero el Papa Francisco nos dice: “Jesús vio el tierno amor de Dios”, el que nos ayuda a aceptar nuestra debilidad, porque “es a través” y a pesar de “nuestros miedos, nuestra fragilidad y nuestra debilidad” que la mayoría de los designios divinos se realizan… Que, en medio de las tempestades de la vida, nunca debemos tener miedo de dejar que el Señor dirija nuestro rumbo. A veces queremos tener el control total, pero Dios siempre ve el panorama más amplio”.
Francisco nos da el ejemplo de “nobleza” de José, “lo que aprendió de la ley lo hizo dependiente de la caridad”. Escuchamos en el Evangelio de Mateo 1, 19: “José, su marido, un hombre recto que no quería denunciarla ante la ley”. El Papa Francisco dijo en contraste: “Hoy, en nuestro mundo donde la violencia psicológica, verbal y física hacia las mujeres es tan evidente, José aparece como la figura de un hombre respetuoso y sensible. Aunque no comprende el panorama general, toma la decisión de proteger el buen nombre de María, su dignidad y su vida”. José también es padre en obediencia a Dios: con su “fiat” protege a María y a Jesús y enseña a su Hijo a “hacer la voluntad del Padre”. ¿Qué podemos aprender de San José acerca de la vida, su “desilusión y rebelión”? José es “un Padre que acepta”, porque “aceptó a María incondicionalmente”, ¡un gesto importante incluso hoy! José escuchó y el Señor le habló a su corazón. El Papa Francisco nos dice: “A menos que nos reconciliemos con nuestra propia historia, no seremos capaces de dar un solo paso hacia adelante, porque siempre seremos rehenes de nuestras expectativas y las decepciones que sigan”. No podemos llenar nuestros corazones de ira y desilusiones. “Necesitamos dejar a un lado toda la ira y la decepción y aceptar las cosas cómo son, incluso cuando no salgan como deseamos. No con mera resignación, sino con esperanza y valentía”.
El camino espiritual de José “no es uno que explica, sino que acepta”, lo que no significa que esté “resignado”. En cambio, es “valiente y firmemente proactivo”, porque con el “don de la fortaleza del Espíritu Santo” y lleno de esperanza, es capaz de “aceptar la vida como es, con todas sus contradicciones”.
¿Cuántas personas diariamente ejercitan la paciencia y ofrecen esperanza, cuidando de no esparcir el pánico, sino la responsabilidad compartida? ¿Cuántos padres, madres, abuelos y maestros están mostrando a nuestros hijos, en pequeñas formas cotidianas, cómo aceptar y lidiar con una crisis ajustando sus rutinas, mirando hacia adelante y alentando la práctica de la oración?
Al comenzar estos nueve días de oración, que San José, “el hombre que pasa desapercibido, una presencia diaria, discreta y escondida”, se convierta en nuestro intercesor y fuente de apoyo y guía. Que, como San José, “nuestras vidas pueden renacer milagrosamente si encontramos el valor para vivirlas de acuerdo con el Evangelio. No importa si todo parece haber salido mal o si algunas cosas ya no se pueden arreglar. “Dios puede hacer que broten flores del terreno pedregoso”.”
Salve, guardián del Redentor,
Esposa de la Santísima Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo único;
en ti María puso su confianza;
contigo Cristo se hizo hombre.
Bendito José, también para nosotros,
muéstrate como un padre
y guíanos por el camino de la vida.
Obtén para nosotros la gracia, la misericordia y el valor,
y defiéndenos de todo mal. Amén.
Homilía de la Misa por la Vida del obispo John Noonan
Catedral de St. James, Orlando – 12:10 p.m.
21 de enero de 2021