Que nuestro Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre,
que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza,
los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.

2 Tesalonicenses 2: 16,17

Mis hermanas y hermanos en Cristo:

Durante el mes de noviembre, particularmente con la conmemoración de todos los fieles difuntos el 2 de noviembre, recordamos a los que han muerto. Algunos de estos los conocemos personalmente, como nuestras madres, padres, hermanas, hermanos, amigos cercanos. Algunos son parte de la comunidad de fe y podemos conocerlos porque son uno de nuestros feligreses o alguien a quien conocimos de niños. Al recordar a estas personas queridas, también anhelamos estar con ellos, unirnos con ellos en el cielo. ¿Cómo reconciliamos esta vida terrenal con la vida resucitada prometiéndonos estar con Dios que está por venir?

San Pablo nos dice que la presencia de Dios siempre está con nosotros, buscando nuestro bienestar. La presencia de Dios es profundamente conocida cuando encarnamos esta verdad en nuestro amoroso cuidado mutuo. En la Eucaristía, nos convertimos en lo que recibimos; mientras participamos de esta fiesta celestial con Cristo para transformar el mundo. Somos sus brazos para reunir a los desamparados, Sus piernas para caminar con los atribulados, Sus labios para pronunciar su palabra de esperanza duradera; Sus oídos para escuchar el susurro de alegría o desesperación; Sus ojos para ver la belleza de la creación y para nutrir este regalo; Su corazón para rezar sin cesar con amor mutuo.

¿Cómo se ve realmente eso en nuestra Diócesis de Orlando? Puede que tengas algunas ideas. La creación de una nueva parroquia, Santa Frances Xavier Cabrini en Lake Nona; la inauguración de un centro parroquial en San Vicente de Paul, Wildwood, y las celebraciones diocesanas de la Misa Roja, para la profesión legal, y la Misa Blanca, para la profesión médica, son las experiencias externas del amor de Dios a través de comunidades crecientes de fe. La celebración jubilar de Hna. Catherine Noecker, OSF; la conferencia para mujeres ‘Go Beyond’ y el evento Soup Bowl Supper, para nuestros hermanos y hermanas sin hogar en Pathways to Care, son celebraciones de los tesoros de Dios confiados a nuestro cuidado.

Dentro de cada uno de estos está la formación del pueblo de Dios para ‘unirse’ y ser Cristo el uno para el otro. Comienza contigo, con tu fe. El Papa Francisco dijo que debemos aprovechar el Espíritu; ‘Entrar en la Palabra de Dios es estar abierto a salir de los límites de uno para encontrarse y conformarse con Cristo, quien es la Palabra viva del Padre’. ¿Quién lleva Su Palabra a los demás? Tú lo haces. Desde un niño ayudando a otro que se cayó en el patio hasta una feliz reunión de niño y padre después de un día en la escuela o el trabajo; el decir, ‘Sí’, en unión con Dios a través del Sacramento del Matrimonio hasta sentarse con el Señor en oración durante la Adoración; al dar de comer a quienes no tienen comida y encontrarles refugio… haces espacio en tu corazón para Dios, para que tus acciones sean una sola.

Que el Señor dirija sus corazones al amor de Dios y a la resistencia de Cristo. Amén.